¡Qué tema! Los servicios son esa especie de dilema que nos da vueltas la cabeza y hasta nos hace replantear si somos o no buenas asesoras de imagen. Así que vamos a conversar al respecto.
De los comentarios más usuales que recibo en las sesiones de branding con colegas está el de que nunca han puesto por escrito lo que ofrecerán por servicio, y por ende que no saben muy bien en qué consiste el paso a paso ni hasta cuánto pueden llegar a cobrar, y aquí es donde empieza todo el laberinto, a lo cual pregunto lo siguiente:
¿Qué es lo que quieres trabajar con tus clientas?
¿Cómo crees que podrías describirlo?
¿Y cuánta práctica has adquirido con ello?
Para las tres preguntas recibo respuestas escuetas como «bueno, yo quiero ayudar a encontrar el estilo de mis clientas», «la verdad no sé cuánto cobraría porque apenas empiezo», » no he practicado porque no tuve tiempo». En todos los casos hay cero ganas de tomar responsabilidad por diseñar lo que realmente es un servicio al cliente, donde se piensa no solo en el tiempo compartido con los clientes, sino en el antes (el cómo pueden adquirirlo) y en el después (el material que le dejas de referencia y del que recibirás un feedback).
La confianza se trabaja, no se aparece de la nada.
Si vas a emprender lo primero que tienes que saber es que no tendrás la confianza suficiente de salir a vender lo que haces, si no sabes lo que haces. Sí, así de lógico y básico. Los servicios de asesoramiento pueden derivar en muchas ramas, dinámicas y tiempos según los clientes y por supuesto tus técnicas, así que sí o sí hay que plantear el escenario de la práctica, previo a atender clientes.
Cuando digo «hay que gestionar prácticas», no te confundas con otro tipo de carreras donde tienes que mandar tu CV a empresas y esperar a que te llamen por un puesto. El asesoramiento de imagen es una carrera de auto-gestión, por ende conseguir clientes o personas con quien practicar (puede ser a cambio de un testimonio) depende exclusivamente de ti.
¿Con quiénes practicar?
- Personas que consideres que pueden ser tu cliente ideal.
- Entre tus conocidos busca quien se comprometa con los tiempos de tus servicios. Nada de favores, tú estás ofreciendo una experiencia profesional, así que esta debe ser correspondida.
- El tiempo que asignes a tus prácticas sirve para ir perfeccionando tus habilidades profesionales pero también contabilizando las horas que te toma, y así tener una idea real de cuánto cobrar por ello.
Prueba Real: el esquema de tus servicios.
Escribe el paso a paso de lo que incluirán tus sesiones, y luego también cuando le cuentes a tus potenciales clientes, hazles saber que esto es un proceso y que irás trabajando con ellos por metas. Para esto también es importante que seas lo más prolija posible y que incluso inviertas en los materiales que utilizarás, tal como si se tratara de clientes reales.
Eso incluye tener tus paletas, reportes, cotizaciones, y demás cosas que son útiles en tu faena como asesora. Si se trata de servicios online, es igual. No solo es la videollamada sino todo el contenido que ofrecerás y además las fichas que armarás para tus clientes. ¿No sabes por dónde empezar? Te recomiendo que eches un vistazo al KIT ASESORA ONLINE, el cual cuenta con un set de plantillas ideales para empezar.
Mide tus resultados antes de vender
Corrobora que todo lo que estás aplicando le está funcionando a tus clientes, pregunta por su feedback, pídele que te ayude con su testimonio para saber en qué mejorar, e inclusive permítete experimentar distintos formatos de servicios hasta que ya te sientas más confiada.
Este post tiene toda la intención de dejarte saber que no hay un momento exacto u oportuno para saber que estás lista. La respuesta siempre la tendrás tú conforme vayas adquiriendo práctica pero también fe en lo que sabes hacer.
