El impacto que crea tu imagen (y no te has dado cuenta).

Cuando decimos «la primera impresión es la que cuenta», pensamos en que es una de las frases más cliché del mundo. Pero sí, tu imagen personal importa, te define y establece un mapa y tienes que aceptarlo.

Empecé a estudiar asesoramiento de imagen porque tenía una fuerte inclinación por la moda, hasta ese momento no estaba muy clara cómo podía trabajar de esto, pero una vez dentro de la carrera y la práctica con clientes noté algo maravilloso: la imagen es una expresión de nuestra esencia y personalidad.

El cómo te tratas se refleja en cómo luces cada día. ¡Hey!, no hablo de llevar el último modelo de tendencia o comprar lo más caro. Pero sí de que cuando te aplicas una crema y tu piel se ve cuidada, tu pelo bien peinado, y eliges colores que te hacen brillar… pues sin duda se nota que te mimas, te valoras y te quieres mostrar como alguien que prioriza su bienestar antes que el estar por estar.

He entrado en algunos debates sobre este tema, sobre todo con mi profesión, y hasta en redes sociales con gente que voy conociendo, porque si hay algo complicado en hablar de imagen personal, es defender que no se trata de un tema superficial, sino de cuidado propio, de autoconocimiento y de valoración personal.

A lo que quiero llegar es a lo siguiente: Tu presencia en cualquier lugar deja un mensaje. Incluso en escenarios cotidianos. El «como te ven te tratan» es 100% verídico y repito, que no tiene que ver con algo superficial. Me ha pasado en un trámite bancario, en una entrevista de trabajo, en una ponencia frente a gente que no conozco, en las redes sociales con cada video o foto que subo.

Mi imagen comunica, deja una impresión, y lo que cosecho va en función de qué es lo que proyecto.

Unos meses antes mencioné por este blog, el tema de la coherencia entre tu mensaje e imagen, y lo sostengo. Cada vez que expresas (verbalmente) que haces, piensas, sientes o practicas algo, tu imagen delatará qué tan cierto es y con cuanta convicción lo haces.

La relación con nuestra imagen

Desde que tenemos uso de razón desarrollamos una relación con nuestra imagen, con la ropa que elegimos todos los días, y con las rutinas que hacen parte de nuestro cuidado. Hay personas que ponen más atención a ello y se nota con tan solo verlas, hay otras que ponen la excusa del tiempo o las circunstancias para evadir este vínculo de imagen – amor propio.

Mientras más indiferencia mostramos a estos temas, más signos estamos dando de cuánto queremos evadir nuestra verdadera esencia, nuestra voz y hasta nuestras proyecciones (sobre nosotros mismos).

¿Es una trabajo fácil? ¿consiste en solo verse más seguido al espejo? ¿tiene que ver con cuánta ropa tienes? NO. Tiene que ver con el discurso y emoción que has creado entre tu imagen y lo que haces con ella. Cuando eliges una prenda, defines qué quieres transmitir (así me digas «me lo pongo porque me viste y punto»), tiene que ver con lo que necesitas comunicar.

Así que te pregunto: ¿qué estás comunicando? ¿hasta cuando serás indiferente a lo que sientes respecto a tu imagen? ¿y hasta cuando delegarás responsabilidad sobre como te ves a circunstancias externas?

En tanto te mires al espejo y lo primero que aparezcan sean juicios, será un síntoma de desconexión contigo, con lo cual, la única forma de romper con esa dinámica tóxica es hacernos conscientes de que nuestra imagen, en definitiva es una extensión de cómo nos vemos y nos tratamos.

¿Sientes que has desconectado con tu estilo al lanzarte con tu marca y emprender?

Lo que pasa es que has estado sumergida en el “deber ser” con tu forma de vestir, en lugar de FLUIR para comunicar con tu sola imagen.

Así que quiero compartirte estas ¡5 CLAVES PARA CONECTAR TU ESTILO A TU MARCA PERSONAL!

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